Los investigadores del Ciedu plantean que si repetir el grado nivelara el aprendizaje los puntajes deberían ser iguales o mejores.
| febrero 7, 2022
Los datos obtenidos por los estudiantes en las pruebas de TERCE 2013, PISA 2018 y ERCE 2019 evidencian que la repetición de grado no es efectiva para que los estudiantes recuperen el aprendizaje.
Un análisis realizado por investigadores del Centro de Investigación Educativa de Panamá (Ciedu), en el que se comparan los datos de los estudiantes que han repetido un grado con aquellos que no, encontró que aquellos que han repetido tienen puntajes significativamente más bajos.
Un ejemplo. En el ERCE 2019, el puntaje promedio de los estudiantes de tercer grado en el indicador de repetición en lectura fue de 685.78 en niños que nunca han repetido, y de 613.9 en los niños que han repetido una o más veces. La situación fue similar en matemáticas.
Los investigadores del Ciedu plantean que si repetir el grado nivelara el aprendizaje los puntajes deberían ser iguales o mejores.
En el análisis realizado por los investigadores del Ciedu Nadia De León Porter, Mariana León y David Bernal, cuando compararon los datos de los estudiantes que han repetido un grado con aquellos que no, encontraron que los que han repetido tienen puntajes significativamente más bajos.
Nadia De León Porter, directora del Ciedu, indicó que la repetición es una estrategia que ha acumulado evidencia de poca eficacia para nivelar o recuperar aprendizajes en todo el mundo, no solo en Panamá.
Sostuvo que las estrategias de manejo de aulas y horario escolar en las que hay mayor flexibilidad para agrupar a los estudiantes según nivel y no exclusivamente por edad o grado han ido demostrando eficacia tanto para prevenir como para recuperar y nivelar.
Otras intervenciones que resultan más eficaces son las tutorías, el trabajo adicional en grupos pequeños y la disponibilidad de apoyo de personal especializado siempre que se requiera, manifestó.
Además, De León Porter dijo que el tiempo adicional de trabajo, sea en el verano o en cualquier otro momento, si se utilizan las mismas técnicas, formatos y procesos de enseñanza-aprendizaje que ya fallaron una vez con el estudiante, difícilmente serán efectivos en una segunda repetición.
Para la investigadora del Ciedu Mariana León, la repetición escolar no está logrando ser una estrategia eficiente para nivelar los aprendizajes porque los motivos que llevaron al estudiante a fracasar el año no se superan únicamente al repetir el material, ya que hay temas subyacentes de aprendizaje y atención que deben ser identificados para tomar los correctivos necesarios.
Moreno remarcó que repetir un grado puede producir problemas de autoestima y dificultades socioemocionales en los estudiantes, y en algunos contextos es considerada una experiencia adversa en la niñez.
Además, consideró importante regresar a la presencialidad, ya que hay que correlacionar el grado de pérdida de los aprendizajes con la duración del cierre físico de las escuelas.
Agregó que se deben diseñar estrategias que permitan recuperar los aprendizajes, y citó como ejemplo Inglaterra, donde se implementaron tres medidas: días escolares más largos, incorporar tutorías para estudiantes que presentan dificultades y mejorar la calidad de los docentes a través de programas de desarrollo continuo.
Los investigadores del Ciedu recomiendan enfocar los esfuerzos en mejorar la calidad de la educación en las etapas iniciales, diseñar programas de apoyo académico para disciplinas específicas para estudiantes en condición de rezago, establecer mecanismos de alerta temprana identificando factores de riesgo como inasistencias, tardanzas o bajo rendimiento, y diseñar intervenciones antes de finalizar el año.
También apuestan por desarrollar programas en modalidades flexibles que permitan el reingreso escolar y forzar aprendizajes, especialmente en edades menores de 15 años.
La experta en educación y catedrática Noemí Castillo, planteó que en los dos últimos años ha sido muy difícil trabajar en línea y garantizar los aprendizajes de los niños. Por ello, dijo, es conveniente realizar un proceso de repaso amplio para identificar dónde se encuentran los aprendizajes básicos de los niños, en particular en las habilidades de lectoescritura, matemáticas y ciencias, para identificar las competencias mínimas de los estudiantes e introducir progresivamente los nuevos contenidos del grado.
Resaltó que si no se atienden las recomendaciones que ofrecen las evaluaciones, entonces se seguirán obteniendo los mismos o peores resultados.
