| noviembre 15, 2017
VENEZUELA: Mientras el presidente venezolano Nicolás Maduro trata de sortear las malas calificaciones internacionales y el aluvión de sanciones que en los últimos días ha recibido su régimen chavista, en la ciudad fronteriza de Cúcuta, gremios y autoridades locales miran con preocupación el abismo en el que se sumerge el vecino país y que podría representar en mayores coletazos económicos y migratorios para la región.
En medio de este clima de incertidumbre, algunos concejales de esa capital, que han propuesto el cierre de frontera por parte del Gobierno de Colombia como una medida para amortiguar el éxodo de venezolanos, se unieron para advertir que la falta de una política migratoria en esta línea divisoria pone en una situación de vulnerabilidad al entorno comercial de los cucuteños, favoreciendo las dinámicas ilegales que imperan en esta zona limítrofe.
El informe con Esmeralda Rojas
