Inicialmente el cupo era de 1,2 toneladas, lo que era considerado un número bastante restrictivo para la producción de las empresas que trabajan en este sector.
“El Gobierno del presidente Iván Duque ha abordado este desarrollo con franqueza y entusiasmo, y ve en él una oportunidad para que se haga dentro de esos pilares: ese es el gran reto del Gobierno y de esta industria que es nueva. Por lo que hay que garantizar que sea legal, innovadora, ágil, segura, de alta calidad y de creciente valor, y para eso debe ser una apuesta de largo y no de inmediatez", manifestó el ministro.
Al respecto, el presidente del Consejo Directivo de Asocolcanna, Gustavo Escobar, dijo que "no puede haber mejor noticia; hace un par de semanas teníamos información de que el cupo otorgado para esta industria era menor a 1,4 toneladas. Gracias a la buena comunicación que existe entre industria y gobierno, se ha hecho un esfuerzo importante ante las autoridades internacionales”.
Rodrigo Arcila, presidente de Asolcolcanna, también recibió con entusiasmo la noticia y destacó el esfuerzo de las empresas del sector, las cuales han contribuido por medio de sus avances al paulatino desarrollo de la industria del cannabis medicinal en Colombia. El ejecutivo también enfatizó en que la disponibilidad de estos productos será progresiva. Inicialmente, se espera la licitación para medicamentos magistrales (es decir, recetas específicas), para luego ir avanzando hacia productos más estandarizados.
Por su parte, Fedesarrollo presentó un estudio de los aportes económicos que esta industria le traería al país. Dentro de los datos más importantes se destacan que, por lo menos, se generarían 16 empleos formales por hectárea sembrada. Actualmente, en el país hay 56 hectáreas sembradas, lo que para 2019 generaría ingresos de 99 millones de dólares. Para 2025, estos ingresos podrían llegar a 791 millones de dólares.
Según el centro de estudios, dirigido por Luis Fernando Mejía, el gran cuello de botella estaría en los trámites para aprobación de licencias.