| agosto 16, 2017
Washington.- La presión de su propia Administración y de numerosos republicanos llevó este lunes al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a rectificar y condenar explícitamente a los movimientos extremistas como el del Ku Klux Klan (KKK) y los neonazis tras la tragedia sucedida el sábado en Charlottesville (Virginia) a raíz de las marchas de supremacistas blancos. "El racismo es el mal y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes a todo lo que queremos en Estados Unidos", dijo Trump durante una breve declaración en la Casa Blanca.
El presidente había recibido un alud de críticas por sus ambiguas palabras el sábado, cuando, tras arrollar un conductor con simpatías neonazis a un grupo de contramanifestantes antifascistas y matar a una de ellos, rechazó "la violencia de muchas partes". Dos días después, llegó la condena.
[Cristobal Vásquez con el informe…]