Podemos agita a los empresarios


Los líderes empresariales reclaman a los partidos que reaccionen al ascenso del grupo.


Noticia Radio Panamá | Podemos agita a los empresarios

| noviembre 23, 2014


El empresariado vive con inquietud el ascenso de Podemos. La presencia cada vez mayor de esta formación, que ha dado un meneo descomunal al panorama político nacional, genera zozobra e incertidumbre. “Hay que tomarse a Podemos muy en serio, ya se ha convertido en algo más que el experimento que se probó en las elecciones europeas. Es una realidad y también diría que una amenaza”. La cita es de un empresario que, como suele habitual en este colectivo cuando habla de cuestiones políticas, prefiere guardar el anonimato. Y así ha ocurrido con la práctica totalidad de los consultados para este reportaje, que lo han puesto como condición para recoger su opinión.

“El problema de Podemos”, explica un afamado empresario del Ibex, “es que no conocemos su proyecto; ni nosotros ni nadie. Hasta ahora se han limitado a poner un espejo que refleja la crisis política, económica e institucional, y a sacar partido del desencanto”. Lo dice con cierto desánimo, aunque en seguida añade con energía: “La única solución es actuar sobre lo que refleja ese espejo. Es urgente emprender la regeneración política e institucional de España desde dentro, porque o nos regeneramos o nos regeneran. Los empresarios y la sociedad civil tenemos que contribuir a recuperar la confianza en las instituciones; sin confianza estamos expuestos a que aparezcan partidos populistas, como de hecho han crecido en toda Europa, que se aprovechen de la desafección de los ciudadanos para recoger los frutos del desencanto”.

El que no puso ningún reparo en expresar sus sentimientos recientemente en público fue el presidente de Pikolín, Alfonso Soláns, que tuvo su minuto de gloria ante los 500 empresarios (grandes, medianos y pequeños) que abarrotaban el auditorio de Alicante durante el XVII Congreso de la Empresa Familiar. En el acto de clausura, en el que hacía de telonero de Mariano Rajoy, con varios expresidentes del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Soláns prorrumpió una frase deslavazada, con contundencia aragonesa: “Virgencita, que me quede como estoy…, que vienen los nuestros; es una frase que me da horror; aunque ahora parece que los que vienen son los de Jorobemos”. Al dueño de los colchones Pikolín, que en privado empleó otro verbo más coloquial y menos educado que también empieza por jota, este asunto no le permite dormir bien.

Podemos se ha metido hábilmente en las cabezas de los ciudadanos, pero creo que es imposible que gobierne Rosell

Podemos fue el tema principal, más bien la obsesión, en los corrillos de los empresarios que acudieron al congreso, por delante de la cuestión catalana, los casos de corrupción o las propuestas sobre fiscalidad anunciadas en el mismo escenario por el líder socialista, Pedro Sánchez. La preocupación era palpable. Los empresarios se sienten muy perturbados por los mensajes “intervencionistas” que la formación que encabeza Pablo Iglesias ha lanzado en todos los frentes (energético, bancario, industria, servicios…) y culpan de ello, precisamente, a los sucesivos casos de corrupción que salpican a los principales partidos políticos, las promesas incumplidas del Gobierno y la falta de liderazgo que, como subraya el historiador Santos Juliá, ha llevado a una crisis institucional no por culpa del sistema político, sino por la política del sistema.

La prueba es que en la encuesta anual que se hace en los congresos de la Empresa Familiar (representa nada menos que el 27% del PIB y más del 25% del empleo), los asistentes concedieron un sonado suspenso a la situación política con una nota de 1,08 sobre 9, la más baja desde 2008 y significativamente inferior al 2,25 del año pasado. Un rotundo planchazo que el presidente del Gobierno escuchó sentado en el escenario y sin ningún gesto antes de su intervención.

Precisamente hace cinco años, en el congreso de la Empresa Familiar de Zaragoza, cuando estaba en la oposición, Rajoy había dicho: “La corrupción es algo inaceptable, hay que ser contundente contra el que no hace lo que tiene que hacer. Elegiré a los mejores para que no sucumban”. Ahora está preso de sus palabras. Por eso todos querían conocer en Alicante la opinión del presidente. Pero él se limitó a ofrecer una cascada de datos que atiborraron al personal y no dedicó ni una palabra a la crisis política ni, por supuesto, a los casos de corrupción. Sobre Podemos, al menos, hizo una alusión sin citarlo expresamente: “En Alemania ha aparecido un partido que quiere acabar con el euro; en Italia, un cómico saca el 25%; en España hay algo de eso. Lo mejor es que haya dos grandes partidos. En los países donde los grandes partidos han sufrido una gran caída —hay ejemplos en otros continentes—, esos países no levantan cabeza”.
Sin embargo, la mayoría de los empresarios no tiene la sensación de que el fenómeno Podemos sea algo pasajero. Es más, están convencidos de que son los grandes partidos los que están haciendo la campaña de la formación sin necesidad de que esta se mueva. “Solo con estar en la puerta viendo pasar los casos de corrupción van sumando simpatías”, afirma uno de los consultados.

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