Sismos ocuparon la atención de Nicaragua durante Semana Santa

MANAGUA: Sismos y tensiones opacaron las vacaciones de Semana Santa en Nicaragua, luego de que varios terremotos sacudieran la capital y la costa al océano Pacífico del país y mantuvieran en alerta a la población.
Desde el 10 de abril, cuando un movimiento telúrico de 6,2 en la escala abierta de Richter remeció a Managua, el país registró una actividad sísmica intensa que obligó a decretar la alerta roja, suspender las clases y las labores en algunas instituciones estatales.

Un día después otro terremoto, de 6,7 grados sacudió a Nandaime, a unos 67 kilómetros de la capital.

Sin embargo, la tensión creció el domingo pasado, cuando el gobierno realizó un llamado de alerta para que la población reforzara las medidas de seguridad y precaución ante la posibilidad de nuevos sismos, sobre todo en la capital, donde podría activarse una de las fallas que subyacen bajo la misma.

Una de estas fracturas fue la misma que originó el terremoto que en 1972 destruyó la ciudad y dejó miles de muertos, un pasado que los de Managua no olvidan.

Esa misma noche dos sismos se percibieron con fuerza, uno de ellos de 5,6 en la escala de Richter, cuyo epicentro se registró muy cerca del volcán Apoyeque, a unos 15 kilómetros de la capital, y que confirmó los llamados a la precaución.

Durante toda la semana la actividad sísmica se mantuvo y la población se adueñó de plazas, aceras y portales, donde se refugiaron día y noche con algunas de sus pertenencias.

Según informaron las autoridades, dos personas perdieron la vida debido a los terremotos y más de 266 resultaron heridas, a la vez que unas 168 viviendas quedaron totalmente destruidas y alrededor de dos mil 300 sufrieron daños parciales.

Varios países enviaron cargamentos con ayuda humanitaria, como Venezuela y Ecuador, mientras que otros apoyaron con expertos en geología y sismología, como Cuba, México y otras naciones, que apoyan a Nicaragua en los estudios sobre la actividad telúrica.

(PL)