“El señor Salmerón ha presentado una conducta reiterada de violencia de género en contra de las mujeres y acumula más de una decena de denuncias por acoso y hostigamiento sexual”, expresan en la carta.
Los colectivos agregan que en los últimos años los movimientos feministas han alentado a las mujeres a levantar su voz y realizar las denuncias.
Según datos publicados por el diario La Prensa, el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en donde Salmerón trabajó como docente, inició un proceso formal de investigación frente a las denuncias de alumnas y exalumnas.
Un comité de investigación del ITAM encontró evidencia suficiente de acoso sexual en un caso y un patrón de conducta que llevaba a situaciones reiteradas de violencia de género y hostigamiento sexual en el entorno universitario.
Según las firmantes del comunicado, el embajador designado renunció a ITAM antes de que la investigación concluyera y pudiese ser notificado de su remoción, aunque el instituto determinó que nunca más lo volvería a contratar.
Además sostienen que Salmerón concibe que su posición de poder como profesor o como persona cercana al presidente de la República de México, Andrés Manuel López Obrador, le otorga impunidad en sus actos.
En la nota se le traslada a Cortizo y a Mouynes la necesidad de demostrar por parte de Panamá una cultura del rechazo categórico a la violencia contra la mujer y no otorgar el beneplácito, ya que la presencia del Salmerón en el país podría representar una amenaza a la dignidad e integridad de sus subordinadas.
Salmerón está a la espera de la ratificación del Senado de su país y luego del beneplácito que le otorgaría Panamá para el inicio de sus funciones.
La Prensa afirmó que, tras varios intentos por confirmar si la Cancillería panameña ya dio el visto bueno al embajador designado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá afirmó que hasta el momento continúa con las comunicaciones protocolares a través de los canales diplomáticos con su pares en México, sin dar mayores detalles.