El apoyo de la FAO como aliado estratégico ha ayudado a redoblar los esfuerzos del Estado para implementar proyectos que le permiten a los beneficiarios generar ingresos a partir de actividades rentables y autosostenibles
| noviembre 25, 2020
Celia Douglas
El programa de inclusión productiva a familias indígenas, parte de un acuerdo entre el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el programa de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se extenderá a otras comunidades donde hay beneficiarios de transferencias monetarias condicionadas.
Con la firma de la adenda al acuerdo firmado en 2019 se beneficiarían más de 2 mil 700 familias de escasos recursos a un costo superior a los 2 millones 200 mil dólares y que ayudará a combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad en las poblaciones más vulnerables del país, resaltó Onelia Peralta, directora de Inversión para el Desarrollo del Capital Social del Mides.
El apoyo de la FAO como aliado estratégico ha ayudado a redoblar los esfuerzos del Estado para implementar proyectos que le permiten a los beneficiarios generar ingresos a partir de actividades rentables y autosostenibles.
Para Adoniram Sánchez, coordinador de FAO para Mesoamérica y representante en Panamá, lo acordado con las autoridades panameñas es parte de programas agresivos para el combate y erradicación del hambre en áreas de mayor necesidad.
El programa de Cohesión Social e Implementación productiva en comunidades indígenas tiene entre sus objetivos fortalecer las capacidades de los productores locales para promover emprendimientos rurales que permitan incrementar sus ingresos. La mayoría de las beneficiarias serán principalmente mujeres.
El programa es financiado por el Banco Mundial y alcanza a familias vinculadas a la Red de Oportunidades en las comarcas Emberá Wounaan y Ngöbe-Buglé, al igual que en áreas focalizadas dentro del Plan Colmena.
Detalles del informe con Sergio Rivera
