Una creciente comunidad española que se amañó en Panamá


La crisis de 2007 en España y la frecuente llegada de capitales han fortalecido la colonia de ese país en el istmo.


Noticia Radio Panamá | Una creciente comunidad española que se amañó en Panamá

| noviembre 20, 2016


Las relaciones de Panamá y España “están en su mejor momento”. No es una frase de cliché sino una realidad expresada por la cirujana Ana Pastor, actual presidenta del Congreso de los Diputados y quien visitó a Ciudad de Panamá en mayo pasado cuando aún estaba en funciones como ministra de Fomento español.

Y lo dijo no solo por el crecimiento de la relación comercial entre los dos países y la solidez de sus antiquísimas relaciones diplomáticas, sino porque cada vez viven más españoles en Panamá y todos se sienten muy cómodos.

El más reciente reporte sobre población entregado por el Instituto Nacional de Censo y Estadística (INEC) señala que en Panamá viven 4 millones de personas. Cifras publicadas en redes sociales por asociaciones de españoles en Panamá aseguran que en el país hay entre 30.000 y 40.000 ciudadanos de esa nación europea. En consecuencia, aproximadamente el 1% de quienes hoy habitan en Panamá llegaron durante los últimos años de España.

Pero el interés de los españoles por vivir en Panamá no es de ahora, sino se remonta a la época de la conquista, desde cuando Rodrigo de Bastidas recorrió en el año 1501 las costas panameñas en busca de nuevas tierras y riquezas, y se afianzó en el archipiélago de la comarca de San Blas. O desde cuando Vasco Núñez de Balboa se aventuró a atravesar el istmo desconocido en busca de un mar “lleno de riquezas” y en septiembre de 1513 descubrió “el mar del Sur”, que luego fue llamado Océano Pacífico.

Desde entonces la presencia española ha sido fuerte y con propósitos de unión y desarrollo, incluso tras la independencia y más adelante cuando Panamá se separó definitivamente de Colombia y encontró en el gobierno español de comienzos del siglo XX a uno de los primeros en reconocer el nuevo Estado soberano.

En la Panamá contemporánea el fortalecimiento de la presencia española se impulsó desde el año 2007, cuando la crisis económica que disparó el desempleo en la nación europea, obligó a muchos ciudadanos de ese país a emigrar y vieron a Panamá como una gran opción laboral. 

Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de España indican que en el año 2007 había 1.471.691 españoles residiendo en el extranjero. A junio de 2016 esa cifra había llegado a 2.305.030, lo que significa un crecimiento de 56,6%. Y Panamá no ha sido ajena a esa migración. Se estima que entre 2007 y 2009 llegaron unos 3.000 españoles, escapando de la crisis de su país.

En 2009 la cifra comenzó a crecer de manera exponencial cuando el consorcio liderado por la firma Sacyr Vallehermoso lograra el principal contrato para las obras de ampliación del Canal de Panamá que, tras superar múltiples problemas, retrasos y sobrecostos, finalmente se inauguró en junio pasado. Este proyecto trajo una gran avalancha de profesionales españoles, básicamente ingenieros, arquitectos, consultores y mano de obra especializada, que se mantienen en el país y se han sumado a otros proyectos impulsado por capital español, entre ellos el Metro de Panamá y el grupo Unión Fenosa, que controla una parte importante de los servicios de electricidad y gas natural en el país.

Y gracias al éxito de estos, en los años más recientes ha llegado una nueva oleada de españoles dispuestos a aventurar. Para hacerlo, vendieron en su país lo poco que les dejó la crisis, reunieron algún dinero y se embarcaron hacia Panamá en busca de oportunidades. Hoy tienen en el istmo diversos trabajos, montaron negocios de comidas, tiendas de productos variados y otras opciones laborales que les hicieron olvidar las dificultades en su tierra y ahora se sienten panameños, con la opción de tener la doble nacionalidad.

Es el caso del catalán Raúl Mons, quien en una pasada entrevista al diario español El País recordó el drama que vivió su familia cuando quebró la empresa de electricidad en la que trabajaba. Con su esposa e hijo decidieron viajar a Panamá donde consiguió trabajo y ahora considera este país como “la apuesta definitiva de vida”. Afirma que cada día conoce a algún español que acaba de llegar a quedarse en Panamá y pide orientación migratoria, laboral y de formas para adaptarse a la nueva vida.

Estos españoles trabajan para fortalecer la presencia de su país en estas tierras. España es el segundo inversor en Panamá después de Estados Unidos y tiene actualmente alrededor de 300 empresas instaladas aquí.

 

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