Super Bowl: La leyenda contra la Cenicienta


Los Steelers de Pittsburgh han sido sinónimo de éxito en el Super Bowl con la estabilidad fomentada por sus dueños, sus entrenadores brillantes y su estilo concentrado en la defensiva.



| enero 30, 2009


Los Steelers de Pittsburgh han sido sinónimo de éxito en el Super Bowl con la estabilidad fomentada por sus dueños, sus entrenadores brillantes y su estilo concentrado en la defensiva.

De ganar el domingo, conquistarán su sexto título del Super Bowl, un récord, y son favoritos por seis puntos y medio en los pronósticos frente a los Cardinals de Arizona.

Sí, los Cardinals están en el Super Bowl. Ellos son una dinastía completamente opuesta a la representada por los Steelers. Desde la década de los 50 han sido los eternos perdedores de la NFL.

Es fácil creer que los Steelers han regresado al Super Bowl, cuatro años después de ganarlo en su última aparición. Pero resulta muy difícil considerar que los Cardinals tienen posibilidades de darles pelea.

Así, este Super Bowl confronta a equipos contrastantes, el fuerte contra el débil, la historia memorable contra los antecedentes para el olvido.

Pero nada de eso importará en el terreno.

La herencia es algo de lo que uno debe preocuparse sólo después de la temporada, dijo el safety de los Steelers, Troy Polamalu.

Resulta emocionante el ser parte del equipo que ha llevado a esta organización a un lugar en el que no había estado antes, consideró el quarterback de los Cardinals, Kurt Warner. Es algo que uno no cambiaría por nada.

Los Steelers tratan de continuar una tradición de excelencia establecida por los equipos dirigidos por Chuck Noll en la década de los 70, cuando su defensiva era apodada la Cortina de acero, y que continuó durante los años de Bill Cowher al frente del equipo.

Nadie puede menospreciar esa historia, pese a que el entrenador actual, Mike Tomlin, ha estado en el puesto sólo dos años y tiene pocos vínculos con Noll o Cowher.

El domingo, cuando los jugadores de los Steelers miren a la tribuna del Raymond James Stadium y vean las toallas amarillas agitadas por los aficionados, comprobarán que cualquier jugador de Pittsburgh tiene que responder por el orgullo de esta franquicia.

Los Steelers ganaron el Super Bowl en 1974, 75, 78, 79 y en el 2005. Están empatados con Dallas y San Francisco con el mayor número de títulos.

Para los Cardinals, tan sólo llegar a los playoffs parecía un sueño. Desde 1988, cuando se mudaron de San Luis a Arizona, han tenido sólo dos campañas con más triunfos que derrotas.

En 1997, vencieron a Dallas para lograr apenas la segunda victoria del equipo en la postemporada en toda su historia.

El otro triunfo fue en el partido por el campeonato de la NFL en 1947, y los Cardinals nunca habían sido locales en un partido de playoffs, sino hasta este mes.

Superaron a Atlanta, Carolina y Filadelfia, equipos considerados favoritos, y se colaron al Super Bowl.

Es una historia maravillosa, pero sólo puede tener un final feliz si los Cardinals triunfan.

Nadie recuerda al perdedor del Super Bowl, dijo el defensive tackle Darnell Dockett. Yo no creo en los perdedores.

Definitivamente nadie nos considera favoritos, todos jugamos con esa mentalidad. Una vez que nos metimos a los playoffs y nos dimos cuenta de que eso seguiría ocurriendo sin importar cómo jugáramos ni contra quién, pensamos que podíamos sorprender al mundo, agregó. Nos falta un escalón.

Para subir ese escalón los Cardinals tendrán que superar a la mejor defensa de la liga. Los Steelers permitieron la menor cantidad de puntos (223) y fueron líderes en casi todas las facetas defensivas.

La falta de experiencia en los playoffs no ha afectado a los Cardinals hasta ahora, pero tampoco han encarado una defensiva como la de Pittsburgh.

Creo que lo más que preocupa de los Steelers, especialmente desde el punto de vista defensivo, es todas las diferentes formaciones que utilizan, dijo Warner.

Te van a atacar con formaciones que nunca antes has visto, señaló el quarterback que ganó un Super Bowl con los Rams de San Luis.

Por supuesto, Warner también cuenta con armas peligrosas, especialmente el wide receiver Larry Fitzgerald, quien ya impuso un récord de postemporada con 419 yardas por aire y cinco touchdowns.

Si Warner tiene tiempo para lanzar sus pases, su combinación con Fitzgerald podría inclinar la balanza a favor de Arizona.

album-art

Sorry, no results.
Please try another keyword
00:00