CIUDAD DEL VATICANO (AFP) — El Papa Benedicto XVI, que el martes iniciará su primer viaje a África, descubrirá las grandes contradicciones del continente, entre ellas la pobreza, la violencia y la corrupción frente a las cuales la Iglesia católica se ofrece como mediadora social.
| marzo 16, 2009
CIUDAD DEL VATICANO (AFP) — El Papa Benedicto XVI, que el martes iniciará su primer viaje a Africa, descubrirá las grandes contradicciones del continente, entre ellas la pobreza, la violencia y la corrupción frente a las cuales la Iglesia católica se ofrece como mediadora social.
El Papa, que propuso el 2009 como el año del África, anunció el domingo que tiene "la intención de abrazar idealmente a todo el continente africano" con sus "mil diferencias" y "sus graves problemas, dolorosas heridas y enormes potencialidades y esperanzas".
El primer viaje a África del pontífice alemán, con las etapas de Camerún y Angola, tiene como objetivo reforzar el rol de la iglesia católica en el llamado "continente de la esperanza", tal como lo fue la región de América Latina para su predecesor Juan Pablo II.
Criticado por la amplia atención que dedica a los graves problemas de la Iglesia europea, en crisis por la pérdida de vocaciones, Benedicto XVI cumple una peregrinación al continente que ha registrado el mayor aumento de creyentes con respecto al resto del mundo.
En África, el número de católicos aumentó rápidamente y pasó del 12% de la población total de cerca mil millones de católicos en 1978 a 17% en el 2006.
La tendencia fue confirmada en el 2007 con un incremento del 3% de bautizados después de Oceanía con el 4,7% y por encima de Asia (1,7%), Europa (estable) y América (-0,1%), según las estadísticas oficiales.
La vitalidad y el dinamismo de los católicos en África se enfrenta a la presencia histórica del Islam, que crece en algunos países del sur del Sáhara así como en Ruanda, Sierra Leona, Liberia y Sudáfrica.
Igualmente compite con las sectas y movimientos evangélicos, que se multiplican en todo el continente y constituyen una verdadera ‘piedra en el zapato’ para el Vaticano.
"Europa ha exportado a África no sólo la fe en Cristo, también todo tipo de vicios, como la corrupción y la violencia", sostiene desde Roma el padre Gérard Chabanon, superior general de los "Padres Blancos", una de las mayores órdenes misioneras.
Presentes en 23 países con 630 religiosos, los misioneros, buena parte de ellos africanos, conocen de cerca los problemas del continente.
"Nuestro papel es abrir las iglesias locales al diálogo interreligioso y también luchar por la justicia", sostiene Chabanon.
La justicia social es uno de las grandes necesidades de África y organizaciones como el Fondo Monetario Internacional temen que millones de africanos se vean arrastrados de nuevo hacia la pobreza, la hambruna y los conflictos debido a la crisis financiera mundial.
"El Papa hará un llamado a la comunidad internacional para que se comprometa a evitar que la crisis repercuta en África", advirtió el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
"Las guerras y las violaciones masivas de los derechos humanos exigen reconciliación y perdón, justicia y verdad, para que la paz dure", pidió por su parte el arzobispo africano Laurent Monsengwo, en una entrevista al diario del episcopado italiano Avvenire.
"Pienso en las víctimas del hambre, de las enfermedades, de las injusticias, de los conflictos fratricidas, de todas las formas de violencia que desafortunadamente continúan afectando tanto a adultos como a niños, sin ahorrar misioneros, sacerdotes, religiosos y religiosas así como voluntarios", reconoció el Papa la víspera de su gira.
Otro desafío, como el de la "culturización", es decir la integración de las tradiciones africanas en el catolicismo, lo que ha conquistado a miles de africanos, suscita dudas en la jerarquía de la Iglesia católica que temen confusión de cultos y liturgias.
Otro reto lo constituye la epidemia del Sida, con 27 millones de contagiados sobre 33 millones a nivel mundial.
Pese a la rigidez del Papa sobre el uso del preservativo, ya que exige total castidad, numerosos católicos solicitan que derogue tal norma frente a la proporción de la emergencia.
