Benedicto XVI acabó el jueves un papado difícil que duró ocho años prometiendo obediencia incondicional a quien le suceda al frente de los mil 200 millones de católicos que hay en elmundo, en uno de los momentos más problemáticos de los dos milenios de historia de la Iglesia.
| marzo 1, 2013
No hay un claro favorito entre los 115 cardenales elegibles -los menores de 80 años- que participarán en el cónclave en la Capilla Sixtina, por lo que evaluar discretamente a los potenciales candidatos será una de sus prioridades. Aprovecharán las congregaciones generales -las consultas a puerta cerrada que preceden al cónclave- para abordar retos futuros, como una mejor gestión en el Vaticano, la necesidad de mejorar la comunicación y la continua crisis de abusos sexuales.
"Las conversaciones que tendremos en las congregaciones serán muy importantes para la preparación intelectual" para escoger un Papa, dijo el cardenal de Boston Sean O’Malley, que añadió que los electores ya se están preparando espiritualmentemediante intensas oraciones.
"Imagino que cada uno de nosotros tiene una especie de lista de candidatos principales y otros secundarios", dijo el cardenal de Chicago Francis George, en una intervención ante la prensa con O’Malley y otro cardenal estadounidense, Daniel DiNardo, de Galveston-Houston.