Perú aboga por más tecnología y política para combatir el narcotráfico


La producción de droga se concentra en las zonas selváticas de montaña, como el remoto Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), zona de difícil acceso


Noticia Radio Panamá | Perú aboga por más tecnología y política para combatir el narcotráfico

| diciembre 2, 2017


Puerto Maldonado (Perú), 2 dic (EFE).- Tecnología y política, esa combinación es la apuesta de Perú para combatir al narcotráfico, una para obtener un control "efectivo" del agreste territorio donde se exporta la droga producida en el país y la otra para reflexionar sobre prácticas que llevan "casi 50 años fracasando".

En Puerto Maldonado, ciudad próxima a la difusa raya fronteriza que separa Perú, Bolivia y Brasil en el corazón de la densa selva amazónica de Madre de Dios, el Estado peruano realizó esta semana un ejercicio de interdicción aérea para mostrar tanto las capacidades como las dificultades que entraña controlar un lugar tan inmenso, aislado y vulnerable.

Allí, bajo el intenso calor tropical, el ministro de Defensa de Perú, Jorge Nieto, confesó a Efe la problemática de la lucha contra el tráfico de droga en el día a día, que pese a sus éxitos, siempre va a ir a remolque de "una demanda permanente que alimenta el negocio ilícito".

El ejercicio desarrollado en la frontera incluyó el uso de un radar potenciado para detectar las pequeñas aeronaves que cruzan la frontera llevando armas y dinero y sacando cocaína, el vuelo de aviones militares de interdicción, la identificación aérea de las naves sospechosas y su retorno a tierra para ser puestas en manos de las autoridades.

Según afirmó el ministro, desde 2015 hasta la fecha, el uso de este y otros medios para controlar el espacio aéreo peruano ha llevado a una caída abrumadora en el número de naves detectadas que ingresaban en territorio peruano ilegalmente.

El comandante general de la Fuerza Aérea de Perú, el general Javier Ramírez, quien también estuvo en las maniobras, apuntó que con el uso de la tecnología se detectan unas 20 o 30 "aeronaves irregulares" que parten de Bolivia y llevan un rumbo sospecho hacia la selva peruana.

Las interceptaciones aéreas son mucho menores, ya que lo habitual es que los aparatos cambien de rumbo y crucen la frontera sin tiempo para que sean detenidos.

En cualquier caso, solo la presión que la tecnología ha supuesto para estos vuelos, que cada vez son menos, ha supuesto un éxito para las autoridades.

Ese resultado sin embargo no oculta el problema mayor que a juicio del político afronta la lucha contra el narcotráfico: el fracaso de la estrategia de "guerra contra la droga" que arrancó en los años 70.

"Tras casi 50 años, lo que tenemos en el mundo es una mayor cantidad de drogas en los mercados de EE.UU. y Europa, tenemos una mejora de la calidad de la droga, una mejora la distribución, mayor poder para los carteles del tráfico, que caen y surgen porque hay una demanda constante. (…) Lo que necesitamos, pues, es darnos cuenta de que si hacemos lo mismo desde hace más de cuarenta años lo mismo, hay que cambiar el enfoque en relación al problema", afirmó.

Así pues, Nieto apuntó que más allá de enfrentar el narcotráfico "con policías y militares, que lo hacemos", hay que apuntar más a la lucha contra el dinero sucio en los circuitos financieros internacionales, ya que no miles de millones de dólares del negocio "no se transportan en mulas", así como la presencia de este dinero en la política.

"Por eso hay que pensar y repensar de manera seria la estrategia. Hay que observar las cosas, salir de una mirada poco realista del problema, si hacemos algo desde hace 48 años y da fracasos sistemáticos, no pensemos que dará algo distinto", añadió.

Según datos la oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de los EE.UU, Perú, pese a haber reducido un 17 % las hectáreas dedicadas al cultivo de hoja de coca en 2016, mantuvo una producción de cocaína cercana a las 410 toneladas.

La producción de la droga en Perú se concentra en las zonas selváticas de montaña, como el remoto Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), zona de difícil acceso en donde, entre otros grupos criminales, operan los remanentes del grupo terrorista Sendero Luminoso.

Desde allí la droga se desplaza o bien hacia la costa o bien hacia la zona de selva cercana a la frontera con Brasil y Bolivia para ser exportada fuera del país. EFE

caracol.com.co

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