Reabren el Parlamento británico y contra la voluntad del Primer Ministro

Internacional

La actividad política ha vuelto al Parlamento británico este miércoles tras dos semanas cerrado en aquella polémica iniciativa de Boris Johnson que esperaba ahorrarse el control parlamentario en su camino hacia el brexit.

 

Este martes la justicia inglesa ordenó reanudar la actividad parlamentaria, lo que ha obligado al primer ministro a volver desde Nueva York, donde ha participado en la 74ª Asamblea General de Naciones Unidas.

 

Johnson tendrá que retomar las gestiones del brexit en un escenario aún más convulso tras el varapalo judicial que permitirá este miércoles la reapertura del Parlamento.

Johnson tendrá que dar explicaciones en la sesión plenaria convocada por el presidente de la Cámara en medio de las peticiones constantes de dimisión, aunque finalmente el primer ministro no ha acudido al Parlamento y comparecerá esta tarde.

El Primer Ministro vivió el martes una de las jornadas más duras desde que asumió el cargo por el fallo del Tribunal Supremo que declara "ilegal" la suspensión del Parlamento ordenada por el Gobierno, que excedía con mucho el receso habitual entre sesiones.

 

Los magistrados concluyeron que la suspensión de cinco semanas, que comenzó el 10 de septiembre y se pretendía estirar hasta el 14 de octubre, tenía como objetivo "frustrar o impedir que el Parlamento desarrolle sus funciones constitucionales" en el marco de la crisis del brexit.

  

Johnson expresó su respeto a la decisión judicial pero se mostró en desacuerdo y avanzó que no dimitirá, tal y como reclaman desde el Partido Laborista, si bien ha abogado por celebrar elecciones anticipadas.

 

Tras conocer el fallo del Supremo y desde Nueva York, habló por teléfono con la reina Isabel II, según confirmó a la prensa británica un portavoz de Downing Street que rehusó dar detalles de la conversación.

 

También dirigió una reunión de Gobierno por videoconferencia durante unos 30 minutos. En ella, el líder de los 'tories' en la Cámara de los Comunes, Jacob Rees-Mogg, llegó a calificar de "golpe constitucional" la decisión del alto tribunal, según fuentes citadas por BBC.

 

Por su parte, uno de los miembros del Gabinete de Johnson ha asumido que ahora el 'premier' "ha perdido completamente el control del proceso" del brexit, ya que tendrá que lidiar con la sede legislativa.

 

El cierre de Westminster se enmarca en la crisis política y casi constitucional abierta en Reino Unido por la incapacidad de Parlamento y Gobierno para ponerse de acuerdo en torno al Brexit.

 

Johnson ha prometido que el 31 de octubre Reino Unido abandonará la Unión Europea con o sin acuerdo, mientras que sus señorías tratan de impedir por todos los medios un divorcio caótico.