Siria es escenario desde el 15 de marzo de un movimiento de protesta contra el régimen del presidente Bashar al Asad y, según organizaciones de defensa de los derechos humanos, más de 1.100 civiles han muerto en la represión de las manifestaciones.
| junio 8, 2011
Gran Bretaña y Francia presentarán este miércoles una resolución en la ONU para condenar la "represión" en Siria, anunció este miércoles el primer ministro británico David Cameron en la Cámara de los Comunes.
"Hay informes creíbles de un millar de muertos y hasta 10.000 detenidos, y la violencia impuesta a manifestantes pacíficos es totalmente inaceptable", afirmó Cameron en su sesión semanal de preguntas al primer ministro.
"Por supuesto, no tenemos que permanecer en silencio ante estas atrocidades, y no lo vamos a hacer", dijo Cameron.
"En la Unión Europea ya hemos congelado activos y prohibido los viajes de miembros del régimen, y ahora hemos agregado al presidente Asad a esa lista", agregó.
"Pero creemos que tenemos que ir más lejos, y hoy en Nueva York, Gran Bretaña y Francia presentarán una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU condenando la represión en Siria y pidiendo responsabilidades y acceso humanitario", afirmó.
Las potencias occidentales integrantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas intensificaron esta semana las negociaciones de cara a una votación de la resolución cuyo borrador fue redactado por Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal, a pesar de la oposición de Rusia y de China.
"Si alguien vota en contra de esa resolución o trata de vetarla, quedará en su conciencia", dijo este miércoles Cameron en una referencia a Rusia y China, que disponen ambos de derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dio a entender la víspera que Rusia seguía opuesta a una resolución en contra de Siria, considerado su aliado cercano en Oriente Medio.
"En lo que concierne al tema de un examen en el Consejo de Seguridad de la situación siria, estimamos que el trabajo debe tener por objetivo resolver los problemas por medios políticos y no crear las condiciones para otro conflicto armado", declaró Lavrov en una rueda de prensa en Oslo.
Siria es escenario desde el 15 de marzo de un movimiento de protesta contra el régimen del presidente Bashar al Asad y, según organizaciones de defensa de los derechos humanos, más de 1.100 civiles han muerto en la represión de las manifestaciones.
