Robos de perros desatan violencia en Vietnam


Los restaurantes especializados en perro a la barbacoa son especialmente populares al final de cada mes lunar, cuando muchos comen carne de perro con la esperanza de librarse de la mala suerte.


Noticia Radio Panamá | Robos de perros desatan violencia en Vietnam

| mayo 2, 2012


Cuando Nguyen Van Cuong escuchó a un vecino gritar "¡Ladrón, ladrón!" ya era demasiado tarde. Dos hombres en una motocicleta habían agarrado a su perro y habían huido a toda velocidad.

Cuong y el vecino se echaron a correr en vano, mientras los ladrones les lanzaron piedras, una de las cuales alcanzó a un transeúnte en la cabeza y lo mató.

Encuentros similares han ocurrido en todo Vietnam entre ladrones de perros que venden los caninos a restaurantes y aldeanos hastiados que, ante la incapacidad de la policía, están tomando la justicia en sus manos para perseguir a los culpables. Turbas han capturado a ladrones para matarlos a palos, incluso a uno lo mataron prendiéndole fuego. Pero los bandidos están usando desde ladrillos hasta flechas para rechazar a los aldeanos y asegurarse su paga.

"Los ladrones de perros se están volviendo más agresivos, se roban los perros en plena luz del día", dijo Tran The Thieu, jefe de policía en la aldea de Hung Dong, en la provincia central de Nghe An. "La gente está muy furiosa porque les están robando los perros y los ladrones raramente son arrestados".

La carne de perro es un manjar en Vietnam, especialmente en el norte. Los restaurantes especializados en perro a la barbacoa son especialmente populares al final de cada mes lunar, cuando muchos comen carne de perro con la esperanza de librarse de la mala suerte.

Los restaurantes de perros en la capital, Hanoi, están prosperando, estimulados por el auge de una de las economías de mayor crecimiento en Asia. Pero al aumentar la inflación, algunos vietnamitas están buscando formas alternativas de ganar dinero.

Como los perros usualmente merodean las calles libremente, son presas fáciles. Perros vivos en Hanoi se venden por unos seis dólares el kilogramo – un poco más caros que los pollos. Un can de 20 kilos puede venderse por más de 100 dólares – aproximadamente el salario mensual promedio.

Es una buena ganancia para los ladrones que recorren barrios en motocicletas, atrapando perros más rápidamente que lo que toma a un ladrón de autos llevarse un Cadillac Escalade. A veces incapacitan a los perros disparándoles dardos o flechas con una carga eléctrica.

Muchos vietnamitas tienen una dualidad hacia los perros. Pueden tenerlos para que protejan sus casas y a menudo les dan nombres, pero no los consideran parte de la familia, como en Occidente. Pero eso no quiere decir que no quieran a sus mascotas.

En la provincia de Nghe An, el jefe policial Thieu dijo que la violencia relacionada con el robo de perros está aumentando. En junio, un ladrón de perros fue perseguido y muerto a garrotazos por una turba que entonces prendió fuego a su cadáver y lo dejó como advertencia en un camino. Siete aldeanos fueron heridos en otros incidentes en los que ladrones perseguidos respondieron con cuchillos, botellas y hondas.

La mayoría de los residentes ni siquiera llaman a la policía.

"Los residentes dicen que la policía solamente multa a los ladrones y les deja en libertad", le dijo el teniente coronel Ho Ba Vo, vicejefe investigador en Nghe An, al periódico Thanh Nien. "Es cierto. Un ladrón solamente enfrenta cargos criminales si la propiedad robada vale al menos 2 millones de dong (97 dólares). Un perro es mucho más barato y el ladrón solamente es multado".

No existen cargos específicos para el robo de perros, y la multa promedio por robo menor es de entre 50 y 100 dólares.

En la sureña provincia de Soc Trang, dos hombres se entregaron a la policía el 26 de septiembre, un día después de haber matado de un flechazo al corazón a un dueño de perro que les perseguía.

El lucrativo negocio ilegal cruza fronteras.

En septiembre, la policía en el norte de Tailandia arrestó a dos hombres que trataban de llevarse de contrabando a Vietnam a 120 perros metidos en bolsas. En agosto, 1.800 perros débiles amontonados en jaulas en un camión fueron confiscados también en Tailandia en camino a Vietnam. La mitad de ellos murieron, dijo la prensa local.

Es común ver perros en jaulas de alambre en la parte trasera de motocicletas en Vietnam. Los animales son sacrificados, desollados y asados, y pueden ser vistos colgados en las afueras de restaurantes. Los platos de perro van desde barbacoas hasta sopas servidas con pasta de camarones. La carne tiene un sabor fuerte y una textura similar a la del venado.

La tradición, popular también en partes de China, Surcorea y Filipinas, enfrenta resistencia de los defensores de los animales.

Un ex empleado de la embajada estadounidense en Hanoi se sintió tan repugnado por los restaurantes de perros que creó en California la agrupación sin fines de lucro Kairos Coalition para promover el tratamiento humano de las mascotas. Dice que más vietnamitas están desarrollando un amor a sus perros al estilo occidental, lo que pudiera explicar el aumento de los choques entre ladrones y dueños.

"Estamos presenciando la convergencia de dos tendencias", dijo Robert Lucius, que hace notar que la Coalición se ha asociado con grupos vietnamitas de derechos de los animales y estudiantes de veterinaria. "La tradición del mercado de carne de perros, en la que los animales no contaban para mucho, se enfrenta ahora a la nueva tendencia de mantener a los animales como acompañantes que son queridos, cuidados y valorados".

Mientras, el residente de Hanoi que recientemente perdió al perro de 15 años que había tenido desde que era un cachorro dijo que la policía le dijo que había arrestado a los dos ladrones que presuntamente lanzaron el ladrillo que mató al transeúnte de 54 años.

Cuong dijo que la policía e informó que su perro, identificado a causa de la falta de pelo en parte de la cola, fue vendido por 900.000 dong (45 dólares).

"Es muy difícil criar un perro bueno e inteligente", dijo Cuong, que estima que ha perdido 10 perros a lo largo de los años a causa de robos. "Si yo hubiese agarrado al culpable le hubiera apaleado".

Pero Cuong es reflejo de la ambivalencia hacia los perros en el país. A la pregunta de si alguna vez se comería uno de sus perros, Cuong sacude la cabeza enérgicamente.

"Si quiero carne de perro, me voy a un restaurante, dice.

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