Tensión entre Argentina y Brasil ante la cumbre de presidentes del Mercosur

Internacional

La cumbre del Mercosur, programada para este miércoles y el jueves 5 de diciembre en Bento Gonçalves, en el sur de Brasil, ya tenía todo lo necesario para ser una de las más tensas de los últimos años, dada la incertidumbre sobre la dirección que los presidentes electos de Argentina, el centro izquierdista Alberto Fernández, y de Uruguay, el derechista Luis Lacalle Pou, querrán dar al bloque, a la sombra del ultraderechista Jair Bolsonaro.

El brasileño ni siquiera ha felicitado Fernández, que tomará posesión el próximo martes, en uno de los puntos más bajos de la relación Brasil-Argentina, eje tradicional del Mercosur, que también integran Uruguay y Paraguay. La sorprendente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de elevar los aranceles a la importación de acero y aluminio brasileño y argentino ha elevado aún más esta tensión.

En la práctica, sin embargo, poco se puede decidir sobre este tema en la reunión, ya que estarán presentes representantes del Gobierno de derecha de Mauricio Macri, ya de despedida, y Tabaré Vázquez, que solo estará tres meses más en la presidencia. Ningún miembro de las futuras oficinas de Fernández o Pou asistirá a la reunión, ni siquiera como oyentes. En el caso de los argentinos, no fueron invitados por la falta de afinidad ideológica entre el anfitrión Bolsonaro y el futuro ocupante de la Casa Rosada.

Que no haya cruce entre Bolsonaro y Fernández tiene mucho que ver con la fecha decidida por Brasil para el traspaso de la presidencia pro tempore del Mercosur, que por orden alfabético pasará a Paraguay. Cada país dirige el bloque durante un semestre y lo común es que el pase de manos se haga lo más cerca posible del fin del periodo. Bolsonaro, sin embargo, lo hará en el inicio de diciembre, cinco días antes de que asuma Fernández. El brasileño pensó más la cumbre como una despedida a Macri que como una bienvenida al líder peronista.

Desde el lunes, diplomáticos y técnicos de los cuatro países del bloque están reunidos en Bento Gonçalves para discutir qué acuerdos deberían anunciarse. Hasta ahora, es seguro que ocurrirá uno: la obligación de indicar el origen geográfico de ciertos productos. Estos incluyen queso Serra da Canastra, café del Cerrado brasileño, cacao del sur de Bahía, todos de Brasil, o el vino argentino de Mendoza. "Es para que se asegure el respeto a una marca de valor dentro del bloque", explicó el diplomático brasileño Pedro Miguel da Costa e Silva, secretario de Negociaciones Bilaterales y Regionales en las Américas.

La decisión de Trump de aplicar aranceles a las exportaciones de metales de Brasil y Argentina puede tener como efecto colateral el acercamiento de los socios. Washington ha puesto a los dos países en la misma bolsa, sin importar las diferencias ideológicas de sus gobiernos. El embajador Lohlé considera que habrá que esperar a la toma de posesión de Fernández para conocer la naturaleza de la nueva relación. “Estará más clara el día que Fernández establezca formalmente las conversaciones a nivel institucional. Lo racional sería que se mantenga el diálogo. Cualquier tensión la resuelve la política y la diplomacia, pero primero la política”, dice. Durante los últimos días, Fernández y Bolsonaro dieron alguna prueba de ello y bajaron el tono de la polémica que los enfrenta con promesas de pragmatismo.

Alfonso Benites: elpais.com