En Venezuela el Gobierno ordenó el cierre de una oficina. Ecuador y Panamá buscan nexos con Colombia.
| noviembre 19, 2008
Los Gobiernos de Venezuela, Ecuador y Panamá están en alerta ante la presencia de oficinas de DMG y la posibilidad de que la crisis por captaciones ilegales de dinero se traslade a sus territorios.
El organismo defensor de los consumidores de Venezuela, Indepabis, clausuró ayer indefinidamente la sede de la firma Grupo DMG, ubicada en un sector del norte-centro de Caracas, por funcionar sin los permisos de ley, entre ellos su registro ante la Superintendencia de Bancos, Sudeban, y el registro comercial que le permitiría operar.
El presidente del Indepabis, Eduardo Samán, dijo que “la medida preventiva de cierre es para evitar que otras personas se afilien, ya que la empresa está operando sin los permisos de ley”. Según informaron medios venezolanos, la comisión que clausuró la oficina de DMG encontró que la firma se alistaba para cambiar de sede.
Samán aclaró que el organismo que preside aún “no puede establecer vínculos entre la empresa en Venezuela y la que funcionaba bajo el mismo nombre en Colombia”, aunque señaló que “uno de los propietarios de la compañía clausurada en Caracas es de ciudadanía colombiana”.
El grupo DMG Venezuela cuenta con unos 300 clientes en el país, indicó el presidente de Indepabis, al citar datos de compañía, aunque no precisó la cuantía de los fondos captados por la empresa.
Por otro lado, la cadena de televisión Ecuavisa informó ayer que DMG tiene sedes en Quito, Guayaquil y Nueva Loja, y que en la capital ecuatoriana funciona en un supuesto centro comercial, sin rótulo, situado en el norte. Las oficinas, según la televisión, operan en Ecuador desde agosto de 2007, sin la autorización de la Superintendencia de Bancos.
De acuerdo a la información del canal, las instalaciones de la oficina de DMG en Quito, que ofrecía pagos de hasta 150% de interés, fueron asaltadas ayer por 15 delincuentes que no se llevaron dinero pero sí armas de los guardias de seguridad.
