En el marco de la causa contra Uribe, la célula del Parlamento, que por normas constitucionales se encarga de investigar a los jefes y ex jefes de Estado, escuchará el testimonio de la exsenadora Piedad Córdoba, quien pidió una cita por ser una de las víctimas del espionaje.
| junio 16, 2011
El expresidente colombiano Álvaro Uribe declarará hoy ante una comisión del Congreso que lo investiga por el espionaje del servicio secreto durante su gobierno (2002-2010) contra magistrados, dirigentes de la oposición, periodistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes abrió la investigación para constatar si Uribe estuvo comprometido en el hecho, como se ha escuchado en testimonios dentro del proceso dirigido por la Fiscalía General. El exmandatario asegura que no tuvo nada que ver.
En el marco de la causa contra Uribe, la célula del Parlamento, que por normas constitucionales se encarga de investigar a los jefes y ex jefes de Estado, escuchará el testimonio de la exsenadora Piedad Córdoba, quien pidió una cita por ser una de las víctimas del espionaje.
Igualmente, la comisión busca interrogar a María del Pilar Hurtado, exdirectora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio secreto), quien a finales del año pasado se asiló en Panamá.
El coordinador del proceso contra Uribe en la Comisión de Acusación, Yahir Acuña, dijo a comienzos de este mes que pedirá el "acompañamiento" de la Corte Penal Internacional (CPI) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para cumplir su labor.
Acuña fue designado coordinador a raíz de la renuncia de Camilo Abril por amenazas.
Abril, del partido cogobernante Cambio Radical, dijo que prefirió retirarse de esa misión tras recibir un mensaje, presuntamente de grupos paramilitares de ultraderecha, que le advertía que "no se meta con Uribe".
Acuña, elegido representante a la Cámara por la circunscripción étnica de las negritudes, es visto con desconfianza por sectores de la oposición y las víctimas del espionaje que lo consideran muy "próximo" a empresarios y políticos de la costa caribeña supuestamente relacionados con los grupos paramilitares.
Quien fuera el máximo líder de esas bandas criminales, Salvatore Mancuso, extraditado a Estados Unidos por cargos de narcotráfico, dijo hace varios meses que los hombres armados dieron apoyo a Uribe en las elecciones presidenciales.
Por su parte, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) hizo hoy un llamado en París a las autoridades colombianas para que garanticen la independencia e imparcialidad de este proceso.
El organismo dijo en un comunicado que "saluda este avance en la investigación", pero al mismo tiempo expresó preocupación "por las irregularidades en el acceso de las víctimas como parte civil a este proceso" y por las amenazas hechas contra Abril.
"La FIDH insta a las autoridades colombianas a garantizar la independencia de la justicia y el debido proceso, y urge a que la investigación preliminar contra el ex presidente Álvaro Uribe no se convierta en un simulacro de justicia", concluyó el comunicado.
El caso salió a la luz en febrero de 2009, cuando una revista reveló que el DAS hizo seguimientos y escuchas contra diversos personajes.
El espionaje fue ilegal, pues no fue ordenado por un juez o un fiscal.Varios ex funcionarios del DAS han confesado que el organismo de inteligencia, que depende directamente de la Presidencia, espió a esos "blancos políticos", por lo que algunos ya han sido condenados a prisión.
La Fiscalía investiga a los ex directores del DAS Jorge Noguera, Andrés Peñate, Joaquín Polo y a Hurtado.
Un ex funcionario del DAS vinculado al proceso, William Romero, ha afirmado que Hurtado le dijo en una ocasión que Uribe estaba al tanto del espionaje.
Uno de los más cercanos asesores de Uribe, Bernardo Moreno, que fue secretario general de la Presidencia, fue imputado de cargos por este hecho, aunque no se dictó en su contra orden de arresto.
