Hace diez años atrás el ex boxeador Mike Tyson ingresaba por última vez a prisión, pero hoy su controversial figura aparece en las salas cinematográficas en
Tyson, un documental que resume su agitada vida. Tras agredir a dos automovilistas en un incidente callejero, Tyson entró a presidio el 5 de febrero de 1999.
Durante el juicio fue descrito por la fiscalía como una
bomba de tiempo, que puede explotar en cualquier momento. Tres meses y medio después estaba nuevamente en la calle. La condena era sólo un traspiés más para Tyson, quien ha estado envuelto en infinidad de problemas personales: agresiones, accidentes de tránsito, drogas, demandas, acoso sexual, divorcios y pruebas de paternidad, que convirtieron su vida fuera del ring en un permanente descrédito.
Se recuerdan del fatídico 28 de junio, cuando Tyson resultó descalificado por la mordida más famosa de la historia del deporte, cuando le arrancó un trozo de oreja a su rival.

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